La sombra y la tierra es un espectáculo de Alba Lucera con la música de Tino van der Sman, a partir del texto literario de la escritora francesa Michèle Ramond.

Ese solo es fruto del recorrido de la bailaora en el flamenco, hasta llegar a apropiarse una expresión singular. Cuestionando los zapateados para privilegiar distintas texturas de movimientos, Alba Lucera ofrece una danza híbrida.

Impregnada de flamenco, la bailaora ha elegido distanciarse de las estructuras musicales y formales de ese arte ancestral, y nos lleva a descubrir un nuevo universo.
La música grabada del espectáculo está compuesta por el guitarrista Tino van der Sman, quien recurre a distintos espacios sonoros y numerosos instrumentos. El músico juega con ritmos y estructuras de los palos del flamenco, hasta recrearlos y encontrar nuevas vías musicales.

Partiendo en ese espectáculo del texto de la novela L’homme qui marche (ORIZON, 2019) (El hombre que camina) de Michèle Ramond, la bailaora propone trasladar la temática del texto al cuerpo físico, llevando las emociones de las palabras al movimiento y a la danza. La música del espectáculo se conjuga a la letanía que acompaña los pasos de la narradora de la novela, para formar una misma sinfonía, una sola voz íntima y poderosa.

Por otra parte, una reflexión metaliteraria abre un diálogo entre realidad y ficción a modo de reflexión sobre la actual situación pandémica. El tiempo real y el tiempo ficticio se funden de este modo en una misma relación al mundo, mientras se integra también sobre el escenario el tiempo presente de la creación de la obra.

Sinopsis

El presente solo, basado en la novela L’homme qui marche (ORIZON, 2019) de Michèle Ramond, consiste en la búsqueda metafísica de una mujer que recorre un camino sombrío y atraviesa mil desórdenes planetarios para intentar alcanzar un hombre siempre a punto de huir, inalcanzable y de gran magnetismo.

La escritora confiesa haber escrito esta novela como una obra musical y haber sentido una gran afinidad entre su música interior al escribir el texto y la música del compositor Tino van der Sman junto a la expresión coreográfica de Alba Lucera. Al descubrir la expresión de la bailarina-bailaora y de su acólito, ha sentido una gran sintonía con la atmósfera y la historia de su novela, y de ahí ha nacido la idea de unir el texto a la danza. “Esa identificación era tan poderosa que no he podido resistir en comentárselo”, explica. De esta manera, la escritora misma ha propuesto llevar su novela al escenario a través de la danza de Alba Lucera y la música de Tino van der Sman.

La presencia de textos recitados y bailados en directo irrumpe sobre el escenario, dando testimonio de la experiencia de la danza, ofrecida en la libertad de regresar a su propio puerto para recorrer y explorar espacios desconocidos.